domingo, 10 de noviembre de 2013

LAS RAZONES OCULTAS DEL CIERRE DE RTVV

Este martes el Molt Honorable President de la Generalitat Valenciana, anunció el cierre de la Radiotelevisión Valenciana, argumentando como única razón el costo económico que supondría mantenerla, debido al incremento de gasto que supondría la readmisión de 1000 trabajadores despedidos ilegalmente. Desde entonces se ha negado reiteradamente a cualquier negociación para buscar alternativas al cierre, haciendo caso omiso a todas las demandas de búsquedas de solución realizadas por los propios trabajadores, por todos los partidos de la oposición y por la sociedad civil.

Esta actitud “tan democrática” no hace más que confirmar mis sospechas desde hace mucho tiempo, de que hay un plan preconcebido para “cargarse” todo el sistema de televisiones públicas. El cierre de RTVV se excusa en falta de presupuesto para atender la nueva situación provocada, según Alberto Fabra y todos sus seguidores, por los sindicatos y el TSJCV. Pero es curioso que el día inmediatamente después del anuncio, saliera publicado en el diario oficial de la Generalitat Valenciana una adjudicación presupuestaria de 25 millones de euros para el aeropuerto sin aviones de Castellón. ¿Hay dinero para esta inversión pero no lo hay para mantener un único servicio público vertebrador de la Comunidad Valenciana, de defensa de nuestra idiosincrasia y nuestro idioma?. ¿O hay otras razones ocultas detrás del cierre de RTVV?.

Mi experiencia en el mundo de los medios de comunicación me hace decantarme por la creencia de que, detrás del cierre de RTVV, hay toda una serie de intereses ocultos, tanto políticos como económicos, que lógicamente no se van a argumentar como causas de fondo del cierre, pero que son los que han influido de una forma directa en los dirigentes políticos para llevar a cabo la medida. Esto no implica que la decisión del cierre se haya planificado minuciosamente, todo lo contrario; creo que se ha realizado de una forma chapucera y sin hoja de ruta. Pero esto no excluye el trasfondo oculto de la decisión.

En las siguientes líneas argumentaré todas las razones que me conducen a la conclusión de las razones ocultas, principalmente de índole de intereses económicos particulares, para el cierre de RTVV. Mi experiencia en la vertiente económica de los medios de comunicación es de casi 18 años; en ellos he realizado tareas de análisis de mercados publicitarios dentro del Departamento comercial y marketing de RTVV, y mi trabajo casi cotidiano consiste, entre otros, en estudiar la evolución de los diferentes medios para poder implementar la mejor política comercial en la empresa. De todo el trabajo de estos años, de su análisis y abstracción puedo concluir que los verdaderos motivos que están detrás del cierre de RTVV, son intereses económicos de grandes grupos de comunicación. Junto a estos, existen otros del tipo políticos-ideológicos, que también se apoyarán en intereses particulares económicos para no tener la contestación mediática adecuada.

Desde hace al menos cinco o seis años, existe una fuerte corriente de presión de los grandes grupos de comunicación privados, en contra de los medios públicos. La argumentación que usan para denostarlos son los motivos presupuestarios. Ninguno es rentable; todos deben de sobrevivir con aportaciones de los diferentes gobiernos, por lo que todos nos cuestan dinero a los ciudadanos, y todos deben de cerrarse. Esta argumentación no soporta una análisis serio: no hay ningún medio público en el mundo que sea rentable de por si, ya que por definición, los medios públicos deben cubrir aquello que los medios privados no pueden cubrir, por su falta de rentabilidad. Si un acontecimiento cubierto por medios públicos, pasara a ser rentable, tengan por seguro que antes o después, serie cubierto por medios privados. Y a la historia me remito: el fútbol, siempre cubierto por televisiones públicas, ha sido capturado por las televisiones privadas, ya que es un producto televisivo que se puede rentabilizar fácilmente. Pero por ejemplo, ninguna televisión privada se va a plantear cubrir unas retransmisiones tipo fallas, con las mascletás, ofrena y cremá, ya que es imposible rentabilizar comercialmente estos productos televisivos por su coste de producción; ahí el servicio de interés público que ofrecen los medios públicos.

Si comparamos el coste económico de las televisiones públicas españolas (tanto TVE como las autonómicas), medido en término de coste per cápita, con el resto de sistemas de televisión pública europeas, veríamos que el modelo español no es, ni de lejos, el más caro; antes bien, su coste es relativamente económico, y más teniendo en cuenta, la diversidad de lenguas propias del estado español, que encarece en mucho los costes del sistema.

Llegados aquí, ¿cual es entonces el objetivo último de la campaña orquestada por los medios de comunicación privados contra los medios públicos?. La respuesta es clara: la tarta publicitaria de millones de euros que existe en el mercado. El mercado publicitario se mueve por presupuestos; las empresas anunciantes tienen cada año un presupuesto destinado a publicidad; la suma de los presupuestos de todas las empresas componen el montante total de inversión del mercado publicitario. Esos millones de inversión publicitaria se los disputan los diferentes medios de comunicación que coexisten en el mercado. Cuando menos medios existan, a más tocarán cada uno, esto es, más porción de la tarta obtendrán. Y estamos hablando de muchos miles de millones en juego. Estos son los números de la tarta a repartirse, según Infoadex, el analista de mercado publicitario más solvente en España. Datos en millones de euros.

año
2012
2011
2010
2009
2008
2007
Televisión
1815
2237
2472
2378
3082
3469
Total Convencional
4630
5497
5859
5631
7103
7985

Estamos hablando de volumen de inversión importantísimos; la crisis económica ha provocado una disminución importante del mercado, por lo que para los medios privados, es fundamental que se disminuya la competencia para poder optar a mayor parte del pastel menguante.

¿Y cual ha sido la estrategia seguido por estos medios privados?. La respuesta es clara: una campaña de acoso y derribo a los medios públicos, para que estos desaparezcan, y sean menos a repartir. Ya desde mis análisis allá por el año 2007, detectaba en la política de comunicación de las grandes televisiones privadas, un ataca sin cuartel a las televisiones públicas, en pos de poder captar su parte del pastel publicitario. El ataque era doble: por un lado, contra la publicidad que captaba RTVE (por aquel año, estaba en cerca de 800 millones de euros. La argumentación era que generaba una competencia desleal. La segunda línea de ataque era contra las televisiones autonómicas. En aquel año, el volumen de inversión publicitaria captado por las cadenas autonómicas superaba los 350 millones de euros, lo que también significaba un bocado apetecible para las televisiones privadas nacionales, y para su lobby de presión, UTECA. El argumentarlo utilizado contra las cadenas autonómicas no era el de competencia desleal; contra estas utilizaban argumentaciones más duras. Contra ellas ya utilizaban argumentos de coste desproporcionado y ineficacia. No buscaban solo quedarse con su parte del pastel, como con RTVE, sino la línea argumental seguida pretendía su cierre y desaparición (sabían que hacer que renunciaran a la venta de publicidad era mucho más difícil conseguirlo que con el caso de RTVE).

A partir de aquí, toda una serie de noticias e informes interesados fueron apareciendo en todos los medios de comunicación privados en contra de las cadenas autonómicas, buscando que calara la idea de ineficacia e insostenibilidad. No solamente fueron las televisiones privadas las que comenzaron la guerra informativa contra las cadenas autonómicas; también radio y prensa entro en esa guerra comunicativa anti cadenas autonómicas, pero no debemos de olvidar que, en estos momentos, solamente existen unos pocos grupos de comunicación privados, que tienen cadenas de radio, televisión y prensa, y todos con los mismos intereses económicos.

El más célebre, falso y ruin argumentario que se presento contra las televisiones autonómicas es el famoso”CANAL 9, TIENE 1800 TRABAJADORES, MÁS QUE ANTENA3 Y TELECINCO JUNTAS”. Dicha cantinela viene de un informe de una famosa consultora, encargada por UTECA (unión de televisiones privadas), con el propósito de atacar a las cadenas autonómicas, y para dicho propósito, se utilizó una de las cadenas más débiles y desprestigiadas, RTVV. Esta expresión, falsa en todos sus extremos, a fuerza de ser repetida hasta la saciedad, se ha convertido en verdad. Con esto se demuestra hasta que punto el poder de los grandes medios de comunicación puede influir en la voluntad de las personas. Una expresión que hasta el mismísimo presidente de la Generalitat ha utilizado para argumentar el cierre de RTVV. Una expresión fácilmente desmontable y que animo a cuantos puedan leer este escrito, entre ellos mis compañeros de cadena, demuestren su falsedad. En este blog, en una entrada de mi amigo Javier, de mayo del 2012, ofrece datos contrastados para desmentirla. Es muy fácil, basta consultar datos de memorias oficiales que se pueden descargar de las páginas web de las cadenas, o de la sindicatura de cuentas, para desmontar la falsedad de la afirmación. El fondo del informe de UTECA no puede ser más burdo: compara los trabajadores de todo el grupo RTVV (televisión, radio y su matriz, ente público), con los trabajadores de las matrices Antena 3 S.A. y Telecinco S.A. Para poder hacer una comparación homogénea, se debería haber tomados datos solamente de las compañías matrices, o lo que es más exacto, comparar número de trabajadores de la totalidad de grupos empresariales (tanto Mediaset, como A3media y el grupo RTVV estaban compuesto por sociedades matrices junto con empresas participadas en un 100% que desarrollaban parte de las actividades). Del mismo modo, comparar grupos con emisoras de radio (RTVV) con grupos sin emisora de radio (Mediaset-Telecinco), u obviando los datos de número de trabajadores en sus emisoras de radio (A3media-Onda Cero) no es más que una burda manipulación intencionada de las cifras. Así con los datos homogéneos y transparentes, a 31/12/2010, el número de trabajadores de cada grupo sería el siguiente:

RTVV (con radio 9)
1777
RTVV (sin Radio 9)
1600
Mediaset-Telecinco
1581
Grupo Antena 3
1942

No deja de ser un número de trabajadores muy alto en RTVV, pero todos sabemos como se ha inflado la plantilla y por que, al margen de que no hay que olvidar que, para realizar una televisión autonómica no se necesitan muchos menos trabajadores que para producir una cadena nacional. Un informativo, una programa de entretenimiento, un mantenimiento de instalaciones, un servicio informático, comercial, jurídico o financiero requiere casi el mismo personal, esté dedicado a una cadena nacional o a una cadena regional.

El hecho importante que quiero resaltar es la manipulación interesada de todo este proceso, en busca de un fin que no es otro más que el de hacer desaparecer unos competidores directos, para obtener unos beneficios económicos.

La historia reciente indica que con estas políticas de comunicación y presión, consiguieron en 2009 la desaparición de la publicidad en RTVE, lo que supuso que los 500 millones de euros previstos para dicha cadena estatal, se los repartieron entre las cadenas privadas y otros medios (prensa, radio) nacionales (y una pequeña parte fue a parar a las cadenas autonómicas). El resultado inmediato es que, en plena crisis económica y publicitario, en el año 2010, las cadenas de televisión nacionales y privadas obteneros unas cifras record de beneficios.

Una vez conseguido la parte del pastel correspondiente anteriormente a RTVE, la hoja de ruta ha continuada, centrando todos los focos en las televisiones autonómicos. Las presiones respecto a estas no se han centrado en convertirlas en cadenas sin publicidad como TVE (ya se encargaron los gobiernos autonómicos en negar dicha posibilidad), sino en reducir su importancia comercial o, incluso, en intentar su desaparición. Y en este escenario, RTVV es la primera en caer. Pero no va a ser la única; las presiones de los medios privados, si consiguen el objetivo con RTVV, se van a intensificar, ya que verán que si que pueden en esta línea conseguir su pastel publicitario. Y en esta guerra, ninguna cadena autonómica va a tener a ningún medio que la apoye. Todos los medios de comunicación, sin excepción, son parte muy interesada, en obtener beneficios comerciales.

La segunda razón oculta para el cierre de RTVV, es una razón puramente ideológica, política. El presidente Alberto Fabra es uno de los cada vez más abundantes presidentes autonómicos que no han sido elegidos en las urnas, sino que han accedido al poder por dimisiones de anteriores presidentes electos. La falta de afirmación en este sentido, más una falta de carisma y de liderazgo han provocado un puñetazo en la mesa, para autoafirmarse y ganar puntos delante de la ideología imperante en el poder, que sigue unas líneas claras recentralizadoras, amputando partes importantes de autogobierno, y lo que es más importante, reduciendo los servicios públicos prestados a los ciudadanos. La crisis es la escusa.

En este aspecto, es importante el apoyo que va a tener tanto de los medios nacionales como de los locales. El interés de los medios nacionales ya lo hemos explicado: económico y, en muchos casos, ideológico. Pero es que los medios locales también van a sacar tajada de la desaparición de RTVV. De hecho, ya la están sacando; este verano un contrato publicitario los ha regado con dos millones de euros para tapar críticas y aunar intereses. Esos dos millones de euros en campañas publicitarias de la Generalitat, van a parar mayoritariamente a periódicos y emisoras de radio de la Comunidad Valenciana (curiosamente, ningún euro estaba asignado al medio de comunicación comercial más potente en la Comunidad, RTVV). Pero es que, con la desaparición de Canal 9 y Radio 9, no van a desaparecer, los 7 u 8 millones de euros que podía manejar en campañas publicitarias a nivel de Comunidad Valenciana; antes bien, esos millones serán acaparados por el resto de televisiones, radios y periódicos de la región. ¿Quién va a criticar esta decisión, si de ella se van a sacar pingües beneficios?. Como muestra, una noticia aparecida hoy mismo en diferentes medios: el valor de las cadenas de televisión autonómica privadas Televisión del Mediterráneo (grupo COPE) y Las Provincias TV (grupo Vocento), aumentarán de valor simplemente con la desaparición de RTVV. ¿Alguien se imagina a los periódicos Las Provincias o ABC, o a la cadena COPE, criticar el cierre de RTVV?.

No quiero acabar el análisis sin hacer referencia a los costes indirectos que va a tener el cierre de RTVV. Ya no solo se va a cargar a toda la industria audiovisual valenciana, sino que otras industrias, como la publicitaria, turismo, mucha actividad relacionada con las fiestas y deportes autóctonos, etc. va a sufrir con el cierre de la radio y televisión autonómicas. Estamos hablando de millones de euros, muchos más de lo que pudiera suponer el costo del mantenimiento de RTVV.

Por último, una anécdota que visualicé este pasado viernes, al llegar del trabajo a las tres de la tarde. Sabia que se había celebrado el sorteo de la copa del rey, y conecté la televisión para enterarme de los resultados del sorteo (había acabado el informativo de NOU, por lo que solo quedaba información en cadenas nacionales). Antena 3 solo mencionó a un club valenciano de los 5 que habían entrado en el sorteo: ¡¡¡el Olimpic de Xátiva, y porque le tocó en suerte el real Madrid!!!. Esa es la televisión que nos espera a los valencianos. Una pancarta en la manifestación contra el cierre de RTVV de ayer sábado describía muy gráficamente cual es el sentimiento de muchos valencianos al respecto: QUIERO VER L´ORATGE, NO EL TIEMPO.



No hay comentarios:

Publicar un comentario