martes, 24 de julio de 2012

Criterios de afección de trabajadores al ERE de RTVV. Otro despropósito.

Me han pasado este documento que me parece interesante publicar en este Blog. Copio y pego el mismo, sin modificar ni una como tal como me lo han remitido.

CRITERIOS DE AFECCION AL ERE: LOS QUE SE DETALLAN Y LOS QUE NI SE MENCIONAN

Tras más de dos lustros trabajando en la televisión autonómica valenciana, me veo en pocos días en la calle, por el simple hecho de aprobar una oposición, no haber compadreado con ninguna de las partes (ni sindicatos ni empresa), no haberme afiliado al partido político en el poder, y haberme dedicado única y exclusivamente a trabajar, lo mejor que sabía y podía.

Y digo que me veo en la calle por dos razones: Por una lado, por la gran cantidad de trabajadores afectados, que hace que la probabilidad de que te toque una de las pocas plazas que no estén ya dadas, es menor que acertar una lotería primitiva con bote. Y la segunda razón es que, en el improbable caso de que existiera algún puesto de trabajo no afectado por el ERE, sin persona asignada de antemano, los criterios propuestos por Garrigues (o la empresa-Generalitat) para designar a las personas afectadas son tan surrealistas, que me hacen pensar en oscuros motivos ocultos en su fijación. Creo que tan o más importante que el número de compañeros finalmente despedidos, y las condiciones del despido, son fijar unas condiciones de afección equitativas, objetivas, legales y éticamente defendibles. Y es ahí donde los sindicatos, Garrigues y la empresa-Generalitat deben de demostrar sus cartas, y a que juegan. Por el bien de todos.

Enumero los criterios propuestos:
1.- La pertenencia al ámbito funcional que vayan a ser objeto de redimensionamiento.
2.- La experiencia profesional, dentro y fuera de la empresa
3.- La formación
4.- La polivalencia funcional, perfil laboral y capacidades y habilidades
5.- Las buenas prácticas profesionales y deontológicas
6.- El menor absentismo y excedencias voluntarias
7.- El mayor coste que suponga mantener vigente un contrato de trabajo frente a otros
8.- Aptitudes de gestión de equipo y habilidades de interacción social.
9.- La proximidad a la edad de jubilación
10.- Aptitudes profesionales, eficacia y eficiencia.

Y, según el plan de acompañamiento social, se indican los siguientes criterios positivos de desafección al ERE:
- Progenitores de familia numerosa
- Progenitores de familia monoparental
- Hijos con discapacidad
- Trabajadores discapacitados

La mayoría de los criterios propuestos me parecen completamente subjetivos, además de que es prácticamente imposible evaluar la experiencia profesional, la formación, la polivalencia funcional, las buenas prácticas, las aptitudes de gestión y profesionales de cerca de 1700 personas, en unos pocos días. Por lo tanto, mantener estos criterios como base para discriminar entre diferentes personas, la adscripción o no al ERE, me parece tanto como fijar un criterio basado en la pura discrecionalidad de una o las dos partes.
Pero mucho más importante que la crítica (positiva o negativa) a estos criterios, Son identificar los criterios aquí NO reflejados, y que se tienen en cuenta en cualquier ERE que se precie. Y me parece muy “extraño” que tanto la empresa, como los sindicatos, en ningún momento los han nombrado, cuando son de pura lógica.

* El primer criterio que se suele observar en TODO ERE, es el coste que supone el despido del trabajador. Lógicamente, entre despedir un trabajador con 20 años de antigüedad, y un trabajador con 2-3 años, o incluso unos meses, lo normal es decantarse por el trabajador “con despido barato”, y más en una empresa como esta, en donde para un similar grupo retributivo, la diferencia entre el sueldo de uno y otro trabajador, es mínima (los trienios son una parte mínima de los conceptos retributivos). Por lo tanto, desde un punto de vista de ahorro de coste del ERE, importante para el contribuyente, este debería de ser un criterio básico. ¿Por qué razón Garrigues no lo ha tenido en cuenta, y los sindicatos tampoco lo han mencionado? Se indica que tendrán preferencia los trabajadores con sueldo menor (los que tienen menos antigüedad), pero justamente estos, son los que tienen una indemnización mas baja. Que cada cual piense lo que quiera, pero seguro que hay oscuros intereses de por medio.
Veámoslo con un ejemplo. Supongamos un trabajador del grupo IX (técnico, operador, …). Comparemos uno “de los que se van”, con 15 años de antigüedad, con otro de los que se quedan (lleva casi tres años trabajando en la empresa). Pues bien, el primero tendría unas retribuciones brutas anuales de 28420,98 euros (incluye 5 trienios); el segundo ganaría 26460,66 euros; una diferencia de 1960,32 euros. En caso de despido (20 días por año trabajado), al primero se le debería de indemnizar con 23684,15 euros; al segundo con 4410,11 euros (en el peor de los casos, ya que siendo temporal, puede que el contrato no acarree indemnización). La diferencia es de 19274,04 euros. Esto es, hasta dentro de al menos 10 años la empresa no compensará la mayor indemnización, con el menor sueldo pagado. ¿Dónde está el ahorro? ¿Dónde está la economía a favor del trabajador con menor coste?.

* Un segundo criterio que se utiliza en todo ERE que se precie, es la temporalidad o no de los contratos. De todos es sabido que los contratos temporales son eso, temporales. En esta empresa y en estos momentos, existe un gran número de trabajadores temporales (¿700-800?), por obra o servicio, por interinidad, por el 3%; por el motivo que sea. Pero son eso: contratos temporales que se pueden extinguir de una forma relativamente sencilla y con bajo coste. ¿Cómo se explica que los contratados temporales se incluyan en un ERE? ¿Cómo se vende esto al ciudadano-contribuyente?. Si, ya se que muchos (¿la mayoría?) de esos contratos están hechos en fraude de ley. Pero eso es una consecuencia y una responsabilidad que deberán asumir los que lo firmaron (empresa y trabajador). ¿O es que las personas con puesto reservados para ser excluidos del ERE están como temporales?. ¿Es justo que, los al menos 50 trabajadores contratados con el famoso “3% de personal de confianza”, se les meta en el ERE, con indemnización e incluso, con preferencia a quedarse, cuando dentro de unos meses, cuando cesen al Director General, deban abandonar teóricamente la empresa sin indemnización? ¿Qué ERE económico es este?

* Por último, y no menos importante, está el hecho de que muchos de los trabajadores son fijos por haber aprobado una oposición. Al final, ¿va a dar lo mismo haber aprobado o no una oposición?. Este criterio, a diferencia de los dos anteriores mencionados, tiene una particularidad: es obligatorio legalmente aplicarlo. La Ley 3/2012 de 6 de julio del 2012, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral, establece, que tendrán prioridad de permanencia el personal laboral fijo que hubiera adquirido esta condición, de acuerdo con los principios de igualdad, merito y capacidad, través de un procedimiento selectivo convocado al efecto, cuando así lo establezcan los entes, organismos y entidades… ¿establezcan que se convoque proceso selectivo,o que se tenga en cuenta este criterio, que se aplicará en todo caso?. Según la empresa, esto se aplicaría solo a los trabajadores del Ente RTVV. ¿Es legal?
¿Qué oscura intención puede haber hecho que Garrigues no haya presentado este criterio? ¿Tal vez que la mayor parte de los trabajadores a los que la empresa interesa su permanencia no son fijos por oposición?.

Pediría a la empresa y a los sindicatos transparencia y concreción en estos puntos.

sábado, 21 de julio de 2012

Ciscar, Sindicatura de Cuentas y ERE en RTVV

Hoy nos hemos desayunado con unas declaraciones del señor Vicepresidente del Consell, José Císcar, en las que manifiesta que toda la responsabilidad del resultado final del ERE sobre RTVV corresponderá al "ente", y el Consell no tedrá nada nada que ver en la negociación.
Por otro lado, también ha manifestado que el Consell no tiene ninguna responsabilidad política por la situación de quiebra técnica del ente público, ya que sus cuentas han sido auditadas y fiscalizadas por la sindicatura de cuentas. Podemos ver un estracto de estas declaraciones en estos enlaces:

http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2012/07/20/consell-afirma-competencias-rtvv/922558.html

Pues bién, yo no se si el señor Císcar nos quiere tomar el pelo, mintiéndonos, o solamente no se ha leído los informes de la Sindicatura de Cuentas de la Generalitat Valenciana; en cualquiera caso, es deplorable y hasta insultante al buen juicio de los valencianos el sostener dichas afirmaciones.

Por un lado, todo el mundo sabe que todas las decisiones importantes de las empresas y entes públicos se toman en Presidencia de la Generalitat, y más si atañen a organismos con tanta trascendencia y relevancia como el canal autonómico de radiotelevisión. Desde Presidencia se tomarán todas las decisiones, tanto del número de trabajadores que queden en la empresa, como de sus nombres, así como de la organización final y las empresas que pases a efectuar (cobrando), los trabajos venían realizando los empleados despedidos. De hecho, el proceso de selección de la empresa que llevará a cabo la extinción (Garrigues) ha sido controlado y supervisado por el Consell, tal como se especificaba en el pliego de condiciones del concurso. Con esto se aseguraba que el resultado final será exactamente el que ellos han planificado.

Pero más grave es, a mi parecer, la evasión respecto a las responsabilidades que puedan tener los gestores políticos, respecto a la situación del Ente Público RTVV y sus sociedades. Se eximen de dichas responsabilidades argumentando que la situación estaba auditada y sindicada. Pues bien, basta acudir a los informes de la Sindicatura de Cuentas de al menos últimos 10 años para comprobar que estos, no es que eximan de responsabilidades a los directivos del Ente y al Consell, antes bien, no hacen más que conformar que la situación ha llegado a este extremo única y exclusivamente por su culpa. Todos los informes vienen advirtiendo reiteradamente la situación de RTVV, indicando que es insostenible, que se gasta mucho más de lo posible, que no se financia adecuadamente, y que la política de compras de producciones y de contratación de personal se salta todas las normas, legales y racionales. Y no es cuestión de los últimos años; al menos desde el año 2000 (si no antes), los informes de la Sindicatura vienen advirtiendo del problema y denunciando la situación; si se hubieran tomado medidas en su momento, no se hubiese llegado a la demencia actual.Pero no. Se miró a otro lado (tanto por parte de los directivos de RTVV, como por parte de los políticos del Consell). Era más cómodo seguir utilizando la institución como empresa de colocación de afines, y de pago de favores a allegados. Se ha seguido contratando trabajadores y contratando con empresas afines a precios desmesurados, hasta el último momento (estamos hablando de hace pocas semanas), cuando ya se sabía que el ERE era inminente, y que la situación no tenía salida. Pero se tenían que seguir pagando favores y, sobre todo, colocar a afines en buena posición, para poder seguir dominando a la entera voluntad la nueva RTVV.

Y como una cosa es decir las cosas, y otra muy distinta demostrarlas (¿verdad señor Císcar?), adjunto los enlaces para poder comprobar la veracidad de estas afirmaciones.

Página web de la Sindicatura de cuentas, donde se puede acceder a todos los informes:

http://www.sindicom.gva.es/web/informes.nsf/vInformesCastellanoCGGV?openview

No obstante, como se que no es muy cómodo navegar entre tanto documento, y para facilitar la comprobación, he extraído la parte de los informes referentes al Grupo RTVV, pudiéndose consultar en los siguientes enlaces:


Y si se quiere ir al grano, adjunto enlaces a las conclusiones generales de la Sindicatura de Cuentas para cada año, referentes todos ellos al Grupo RTVV.


He expuesto solamente informes de los últimos 10 años, simplemente por comodidad, pero se podría seguir hacia atrás sin encontrar diferencias apreciables.  No obstante, no recomiendo a nadie leerse todos los informes. Basta coger simplemente algún año al azar para poder advertir los desaguisados cometidos en RTVV. Todos los problemas y desmanes se repiten en todos ellos. De hecho, la Sindicatura ha optado por introducir la coletilla "como ya indicamos en informes de años anteriores..." o parecido, para revelar que los problemas detectados se repetían año tras año, sin tomar medidas que los solucionaran. Estos informes, tendrían que servir como reflexión tanto a los directivos de RTVV, como a la Generalitat que teóricamente los controlaba. Pero nada se hizo. ¿No es esto un motivo para pedir responsabilidad política a los rectores de esta Comunidad?.

Voy a resumir los análisis, conclusiones y recomendaciones de estos informes, para simplificar la comprensión de la argumentación, sobre todo en lo referente a los motivos que han llevado al actual ERE planteado sobre RTVV.

- Problemas financieros: Una gran desproporción entre ingresos y gastos, propio de televisiones públicas, pero acrecentado en este caso por una desproporcionada plantilla, y una nefasta política de adquisición de derechos audiovisuales (incluso se llega a decir que en muchas compras, no se ejecutó la clausula, favorable a RTVV, de romper el contrato por la baja audiencia de la producción). El Grupo esperaba que la Generalitat facilitara la adecuada financiación, pero nunca se llevó a cabo.
- Situación de causa legal de disolución del organismos todos los años analizados, por falta de financiación. Con la entrada del Partido Popular en el Consell, cambia el modelo de financiación de la empresa; la diferencia entre ingresos y gastos, cubierta en todas las televisiones públicas por aportaciones del Gobierno, es suprimido, cambiando la financiación por créditos avalados por la Generalitat. Es una patada hacia adelante, ya que los créditos, antes o después, deben de pagarse, al margen que generen intereses, y por lo tanto, más gasto. Ya en 1996, primer año completo bajo los directivos populares, la Sindicatura indica en su informe que el modelo es inviable. Son más de 15 años de informes en los que se repite hasta la saciedad la inviabilidad del modelo; en vez de cambiarlo, lo que se hace es aumentar la bola.
- Innumerables reparos a diferentes contratos de adquisición de derechos o compra de producciones, saltándose a la torera las normas de contratación administrativas.
- La contratación de personal no se atenía a lo establecido en las Leyes presupuestarías de la Generalitat, ni en la mayoría de los casos, a las normas de contratación aplicables al Grupo RTVV. No se utilizaba para contrataciones temporales la bolsa de trabajo, ni se argumenta las necesidades de contratación de personal temporal.

Y así, todos los años, los informes de la Sindicatura no son más que un detalle de advertencias, ilegalidades y recomendaciones, que siempre se obvian, mientras se continúa contratando e incrementando plantilla, incrementando gastos de producción y de compras de derechos, sin aplicar ninguna medida que atenúe el problema. El resultado es el siguiente (fuente: El Pais)


Todo lo expuesto anteriormente, según el señor Ciscar, está correcto y no implica ninguna responsabilidad política. El problema, según el,  estriba en el modelo.Y la única solución, según el, es el ERE, despedir a 1295 trabajadores, y continuar, continuar con el mismo modelo de directivos y políticos que han permitido y fomentado esta locura. ¿Son ellos los que tienen que resolver el problema? ¿Quienes lo han provocado y, pese a las advertencias, no han querido evitarlo cuando si podían?. Si la respuesta es positiva, la solución final nos la podemos imaginar.

  



martes, 17 de julio de 2012

Alguna mentira sobre el ERE de RTVV

Pues ya tenemos ERE a la vista. Si es que al final... el que la sigue la consigue, y ere que ere, llegamos al expediente de regulación de empleo.
Los números han sido presentados, y como todos sabrán, afectarán a un máximo de 1295 trabajadores. Quedarán 400 para hacer "la nueva televisión". Vamos, que se cargan la tele.

A la vista de la afección de los despidos por departamentos, y como va a quedar la nueva estructura de RTVV, se puede desprender por donde van a ir los tiros en cuanto a proyecto de radio y televisión. Y si: es lo que habían anunciado. Informativos y deportes se deberán seguir "haciendo" por los pocos profesionales que queden (con excepción de las tareas técnicas); quedará una mínima estructura de servicios comunes, y TODO lo demás, externalizado. Y claro, todo lo demás es medios técnicos, documentación (¡¡¡se va a poner todo el fondo audiovisual existente en manos privadas!!!), producción de programas, servicios generales, y un sinfín de tareas que actualmente eran realizadas por personal de plantilla y que, evidentemente, se deberá seguir haciendo por empresas subcontratadas, a las que habrá que pagar. Y todo eso, para dos cadenas de televisión y otras dos de radio, mas el área de multimedia. Vamos, las mismas necesidades que existen actualmente.

Este es uno de los modelos posibles de futuro. Existían otros. Se podría haber optado por reducir todo el grupo a una sola cadena de televisión y otra de radio. Produciendo programas internamente. Reduciendo personal, porque verdaderamente sobra, pero lo justo y necesario. Controlando gastos, y realizando una gestión y una dirección no ya eficiente, sino simplemente profesional. Con este modelo se podría realizar una radio y una televisión de proximidad, de todos los valencianos, con aceptable calidad, muchísimo más barata, y sin el coste social que supone un ERE de esta envergadura. Pero no. Se ha optado por un modelo completamente diferente. Es una opción. Una opción que se ha vendido como la única posible que reuniera el atributo de economía de costes. La única que dicen, es económicamente viable.

Para ello se ha expuesto una argumentación muy concluyente. Con los 1290 despidos, se van a ahorrar 54 millones de euros en coste laboral de estos trabajadores. Eso si, las tareas que realizaban deberán de ser ejecutadas por empresas externas, muy eficientes, infinitamente más que RTVV, por lo que calculan que su coste rondará los 10-12 millones. El ahorro es claro: 42 o 44 millones de euros. Estas simples cifras justifican de cara a toda la sociedad la necesidad de la medida tomada.

Pero... ¿realmente se puede externalizar todo lo que hará falta, por 10-12 millones de euros?. ¿Se podrá contratar a empresas privadas para que gestiones los medios técnicos y demás necesidades por esas cifras? Pues veamos un pequeño ejemplo, muy reciente, y muy próximo. La televisión autonómica de Aragón, ha adjudicado el pasado mes de junio a una ute formada por Vértice y Telefónica, el servicio de explotación técnica de su centro de producción de programas. El importe final ha sido de 37,4 millones de euros. Tiene una duración de dos años.

A la vista de este ejemplo, solo me queda pensar que, o estos "mañicos" son tontos, o nos han querido tomar otra vez el pelo (mentir descaradamente), con lo de los ahorros del nuevo modelo de radiotelevisión valenciana. La pena es que solo el tiempo lo dirá, y ya será demasiado tarde. Pero apuesto a que los importes de la privatización encubierta de los servicios que se "erosionan", superarán en mucho los 54 millones que dicen ahorrarse con el ere. El final de la historia todos la imaginamos. Una televisión valenciana que no será más barata para el contribuyente que la actual, de peor calidad y en castellano. Pero eso si, hecha por sus amiguetes, y limpia de personal para poder empezar otra vez a meter a sus allegados.


domingo, 20 de mayo de 2012

El futuro de RTVV: historia, presente y nueva ley


EL FUTURO DE RTVV


En estos momentos se está debatiendo el futuro de la televisión autonómica valenciana, existiendo una ley aprobada por el gobierno autónomo que se deliberará en el parlamento valenciano, y un expediente de regulación de empleo que ronda a sus trabajadores. Este debate va mucho más allá, ya que de el se puede desprender el futuro de la televisión pública en este país.

La situación actual de RTVV es la de un grupo en quiebra, con una deuda millonaria y un volumen de gasto que, dicen, no puede sostenerse en tiempos de crisis; con una gran desprestigiado frente a la sociedad, cuotas de audiencia ridículas, y siendo un instrumento utilizado por todos los grupos mediáticos como ejemplo de lo que no debe ser una empresa pública. Si preguntáramos a  cualquier ciudadano, que se debería hacer con RTVV, la respuesta de la mayoría sería la misma: que la privaticen o la cierren. Es el mensaje que desde todas partes (medios de comunicación en general y políticos) se pretende trasladar y que, hay que reconocerlo, se ha transmitido de una forma muy eficaz.


UN POCO DE HISTORIA
Pero, ¿Cómo se ha llegado hasta aquí?. Hagamos un poco de historia. RTVV nace en 1989 dentro de la vorágine autonomista que imperaba en España. Se crea una cadena de televisión (Canal 9) y una de radio (Radio 9). Se asienta en la sociedad valenciana rápidamente, y es vista como un símbolo propio. Las cuotas de audiencia son importantes y, desde el punto de vista del presupuesto, este se cubre con los ingresos comerciales (una parte mínima, como todas las televisiones públicas del mundo) y por las aportaciones de la administración. El volumen de gasto es relativamente contenido para lo que se podría esperar de una cadena pública. La línea editorial es sesgada hacia las opiniones del gobierno (PSOE), pero dentro de unos límites prudentes. La plantilla está compuesta por una parte mayoritaria de profesionales que han aprobado una oposición, y contrataciones por obra o servicio. A mitad de 1995, el volumen total de trabajadores podría estar en torno a 800 personas.

En 1995 hay un cambio de gobierno, a favor del Partido Popular. Esto supondrá un cambio en el modelo del grupo, y una escalada hacia el abismo. De todos es conocido la opinión que tenía el entonces presidente de la generalitat, Eduardo Zaplana, sobre esta cadena: según el, ahí se encontraba el último bastión socialista existente en la Comunidad Valenciana. Y a sabiendas de la importancia de controlar un medio tan importante entonces como Canal 9, se pusieron manos a la obra.

Se creó una nueva cadena (primero se llamó Noticies 9, y posteriormente Punt Dos, en la actualidad Nou Dos). Allí dicen las malas lenguas, fueron destinados todos los “socialistas” que trabajaban en RTVV. Se contrató nuevo personal (algunos por oposiciones, pues hubieron dos o tres desde entonces), otro mucho, contratados temporalmente. Todos, se decía, afines al nuevo régimen.

Junto a este aumento del personal, se produjeron dos hechos muy importantes: por un lado, un incremento desmesurado de la contratación de producción externa y de derechos de emisión. Nuevas productoras empezaron a realizar trabajos para Canal 9, a unos precios (siguen diciendo), desmesurados. Pagos de favores argumentan. Junto a esto, se contrataban derechos que era imposible rentabilizar, pero que, dicen las malas lenguas, venían impuestos de arriba. Un claro ejemplo es el pago de los derechos por el fútbol a los equipos valenciano, fundamentalmente de primera división. Centenares de millones (algunos años se llegaron a pagar más de 70 millones de euros por los mismos) se enterraron en estas cuestiones, sin generar ingresos, ni rentabilidad social. A esta política se le suma la de utilizar al grupo como tapadera para el pago de favores, o realizar gastos sin ser fiscalizados, o con menos control que el que se tendría si el gasto lo realizara directamente la administración. La visita del Papa es un claro ejemplo (al margen de la trama Gurtel). ¿por qué RTVV tenía que pagar las pantallas de video para que los asistentes al congreso vieran de cerca toda la ceremonia?. Ejemplos como este hay muchos en la historia de esta cadena.

Al aumento desmesurado de los gastos, sin control alguno, hay que añadir el cambio de la financiación de los mismos. Como hemos comentado anteriormente, hasta 1995, toda la diferencia entre los ingresos comerciales, y los gastos totales de la cadena, se cubría por aportaciones de la Generalitat. A partir de este momento, la diferencia entre los enormes gastos, y los pocos ingresos comerciales, eran cubierto por, en una mínima suma, aportaciones de la Generalitat, y en su inmensa mayoría, por autorizaciones para endeudarse; deuda avalada, eso si, por la propia Generalitat. Por ejemplo, supongamos un año tipo en el que el presupuesto de gastos es de 190 millones de euros, y que, al no existir control alguno, se llega a los 220 millones de euros. Ese año, la actividad comercial genera 80 millones de euros, y la Generalitat aporta otros 10. Hay un desfase de 130 millones de euros, que se cubre con un préstamo a 12 años, avalado por el Instituto Valenciano de Finanzas. Es una huida hacia delante, ya que ese préstamo, de entrada, genera intereses, que aumenta el gasto. Y en segundo lugar, se debe de pagar, y la televisión es incapaz de generar excedente (ninguna televisión pública del mundo se puede financiar exclusivamente por ingresos comerciales). 15 años con esta política financiera provocan el agujero de 1300 millones de euros actual.

Existió en 2004 otro hecho importante en la historia de esta cadena. Zaplana abandona el gobierno valenciano y es sustituido por Camps, en medio de una guerra entre familias. Como ocurrió en 1995, en el que se consideraba a la cadena el último bastión socialista, en 2004 se consideró a la misma cadena el último bastión zaplanista. Resultado, nueva cadena (Nou 24) y nueva entrada de personal afín al nuevo régimen. Más gasto, más personal (excesivo). No había problemas de presupuesto, ya que no había aportaciones de la Generalitat, solo aval para endeudarse. Se magnificó todo, hasta extremos poco entendibles en un servicio público. Y los directivos, ni los de antes, ni los de ahora, aplicaron criterios profesionales en la gestión. Puede ser porque no los tenían; o tal vez porque nos les dejaron ni se atrevieron. El hecho es que todas estas políticas llevaron a la situación actual, anteriormente descrita.

Desde el punto de vista social, la cadena entró pronto en una situación de bajada de audiencia y desprestigio. La creciente competencia de cadenas privadas a todos los niveles, la parcial y tendenciosa línea editorial, y el poco profesionalismo de los directivos, más pendientes de aferrarse a su sillón que de gestionar eficazmente la cadena, han provocado una audiencia que tocas sus mínimos, y un gran rechazo social. Y esta situación no se explica únicamente con la competencia del sector privado. Otras cadenas autonómicas tienen la misma competencia y ofrecen unos niveles de audiencia dignos, además de un sustento social importante.

SITUACION DE LAS TELEVISIONES AUTONÓMICAS EN ESPAÑA
La situación de las cadenas autonómicas en nuestro país no es muy diferente a la de Televisión Valenciana. Esta última si que tiene un nivel de deuda muy superior al resto, pero este problema (importante, en época de crisis y con una falta de crédito en las autonomías) viene impuesto, no ya por el nivel de gasto, similar a grandes rasgos del resto de cadenas autonómicas, sino por el modelo de financiarlo elegido. Y ahí, la solución, aunque dolorosa, es única. Es la Generalitat la que debe de asumir la deuda. Debe de pagar lo que anteriormente no ha querido pagar, y ha diferido en el tiempo.

El panorama de las televisiones autonómicas en este país se podría dividir en dos modelos: las autonómicas clásicas (EiTB, TVGa, TeleMadrid, Canal Sur y Canal 9) con un modelo de gestión clásico, similar al de RTVE, caracterizado por una estructura de personal importante, debido a que se pretendía producir internamente el máximo número de contenidos posibles, y muchas cadenas en funcionamiento (primer canal, segundo canal, canal informativo, canal internacional y varias emisoras de radio). Junto a estas, las autonómicas de nuevo cuño, nacidas con estructuras mucho más modestas, menos personal directamente contratado por la televisión, y una externalización de un gran volumen de contenidos.

Pero a pesar de esa diversidad de modelos, lo que le cuesta cada cadena a los ciudadanos (comparando  un modelo con otro), no presenta grandes diferencias; antes bien, la gran diferencia (medida en cuanto a coste per cápita) se observa en otros dos factores: lo grande que se quiera hacer la televisión, los servicios que se ofrezca, y sobre todo, el número de habitantes de la región que tienen que financiar la televisión. En otras palabras, que una televisión sea de gestión pública o privada no presenta grandes divergencias en cuanto al coste por habitante. Pero teniendo en cuenta que existe un mínimo de gasto para que una cadena funcione, si ese mínimo de gasto se tienen que financiar en una región pequeña, con pocos habitantes, si que supone un porcentaje de gasto mucho mayor, que en otra región, donde se puede repartir la carga entre un mayor número de usuarios. Del mismo modo, que un grupo regional aspire a muchos canales de televisión y radio, además de otros servicios, supondrá un mayor coste, y por lo tanto, una mayor carga per cápita para los ciudadanos de esa región.

Lógicamente, una adecuación de la estructura televisiva, respecto a la capacidad de poder financiarla (número de habitantes de la comunidad), y una buena gestión, reducen el coste per cápita de las cadenas.


Veamos en un cuadro algunos números al respecto.


Trabajadores
Aportaciones
Coste por


Públicas (mill.)
hogar-2012
Canal Sur
1600
97
33,55
TV3
1900
235
84,78
Tele Madrid
1175
75
31,77
Canal 9
1740
86
44,77
TV Galicia
1050
88
86,05
EiTB
1100
100
117,54
TV Canarias
80
35
46,05
CMT
200
33
44,26
TA Murcia
250
22
43,90
Aragón TV
140
40
79,47
TP Asturias
75
23
55,59
IB3
60
23
55,16

No hay una relación directa, como vemos, entre la estructura de gestión de la radiotelevisión autonómica, y su coste para los ciudadanos. Tenemos cadena clásicas con mucha estructura de personal, con costes per cápita pequeños (Canal Sur, Tele Madrid), y también cadenas con gran nivel de externalización de la gestión, con costes per cápita elevados (Aragón TV). Es la eficacia en la gestión, y el volumen de coste de la cadena, respecto al territorio, lo que provocan que el gasto relativo sea más o menos asumible.

Llegado a este estado, ¿que propone la nueva ley de RTVV, y hacia que modelo nos encaminamos?.

NUEVA LEY DE RTVV
Aún no es definitiva, porque se debe de cumplir el trámite parlamentario. Pero recién aprobada por el Consell, estos son los rasgos principales que la definen.

-         Integración de las tres entidades que forman el grupo (Ente  RTVV, Televisión Valenciana y Radio 9) en una sola sociedad, y la reducción del número de miembros del consejo de administración.
Puede darse un ahorro, aunque mínimo, con esta medida.
-         Elección del Director General por una mayoría de 3/5 de la cámara parlamentaria valenciana.
Medida puramente política, pero sin efectos económicos.
-         Límite presupuestario; no se podrá desviar en más de un 7% (con la posibilidad de que ese límite de desviación se elimine).
De vital importancia para evitar el desmán presupuestario de ejercicios anteriores.
-         Modelo de financiación y gestión mixta, público-privada. Un contrato-programa definirá con una vigencia de tres años cuales son los programas de carácter público, y cuál es su financiación. El resto de programación que no se considere de servicio público se deberá de autofinanciar. Se abre la posibilidad a la colaboración público-privada, de tal forma que se podrá contratar a un gestor privado, o adjudicar a una empresa una determinada franja por un canon, o pueda darse el caso de que el Consell tenga interés en productos de iniciativa privada, y aporte para ello fondos públicos.
Tal vez el punto más importante, y a la vez, el más oscuro. Decidir que programa es de servicio público, y cuál no lo es, y por tanto, cuál se debe de financiar con dinero público, y cuál por la iniciativa privada, es un asunto completamente subjetivo.  Y más con la coletilla del interés del gobierno por una iniciativa privada, a la que aportará financiación. ¿No quedamos en que el servicio no público se tiene que autofinanciar?
Conociendo el funcionamiento del mercado televisivo, se puede decir con total seguridad que no es posible adjudicar una franja a una empresa, a cambio de un canon, para que esta productora realice programación que se autofinancie con ingresos comerciales. Es completamente inviable en el mercado televisivo autonómico. Lo que indica que la fórmula que se utilizará será la de contratar producción externa a cambio de un precio, “porque esos productos tendrán interés para el Consell”. Los ingresos comerciales de estas franjas, ingresados por RTVV, irían enteramente a financiarlas, pero siendo insuficientes, seria necesaria la aportación del gobierno.  Exactamente la misma fórmula que se utiliza actualmente, solo que en vez de contratar franjas enteras, se contratan programas puntuales.
Una última reflexión referente a este punto: ¿Qué sentido tiene programas sin un perfil de servicio público en una cadena autonómica pública?
-         Mandato marco con una vigencia de nueve años, revisado y controlada por una comisión de control del parlamento.
Una buena medida para poder justificar sueldos de parlamentarios, que no tendrían otras tareas sin esta, y poder cobrar suculentos pluses por asistencia a comisiones.

Vemos que en todas estas medidas, ni se ha definido el modelo de televisión, ni el potencial de la misma. No se decide si se quiere un modelo con una cadena de televisión y otra de radio, sin grandes pretensiones, y centrada en la programación de cercanía, o si alternativamente se decanta por un modelo más potente, con varias cadenas de televisión y de radio,  una potente televisión por Internet, y servicios auxiliares potentes. Mientras no exista una definición clara en este sentido, no es posible saber el coste de la nueva televisión, ni sus necesidades, tanto técnicas como humanas. En este sentido, ¿porqué se va a emprender un ERE, con un coste económico y social importante, si no se conoce, o no se dice, cuales van a ser las necesidades del nuevo modelo?. Se podría argumentar que se pretende dejar limpio de personal la nueva televisión, para así contratar la fuerza de trabajo estrictamente necesaria o, tener la potestad de contratar producción o servicios externos que la suplan. Pero este último modelo productivo, como se ha vista anteriormente,   no es sinónimo de un menor coste; antes bien, puede resultar hasta una radiotelevisión más cara que con una producción interna eficaz.


NUESTRA PROPUESTA
En vista a lo expuesto anteriormente, la propuesta es clara:
1.- Definir exactamente y detalladamente el modelo de radiotelevisión pública, y sus necesidades o posibilidades presupuestarias.
En la época de crisis en la que nos encontramos, con una cadena de televisión, y otra de radio, es suficiente para cumplir el servicio público.
2.- Realizar un planteamiento profesional respecto a las necesidades técnicas y de personal para llenar la parrilla de programación de programas de servicio público, teniendo en cuenta que una de las funciones de la televisión pública regional, es fomentar el sector audiovisual de la comunidad. Se debería de realizar por lo tanto un mix de producción propia-producción ajena eficiente. No es una idea novedosa: basta fijarse en el funcionamiento de otras cadenas (públicas y privadas) con mejor funcionamiento.
3.- Una vez definidas las necesidades de personal internas, adecuadas al modelo de televisión elegido y soportable, realizar el ERE, a fin de cubrir las plazas de la nueva empresa con los técnicos actuales. Se minimizarían costes de despido, además de que se podría argumentar adecuadamente los ceses producidos. Si en vez de un modelo de tres cadenas de televisión y dos de radio, se opta por uno más simple, porque no se tiene para más, es comprensible que se necesite menos personal. Pero si hay dinero para un modelo más completo, ¿por qué se van a despedir a 1200 personas? ¿para entregar esa producción a empresas ajenas, pero con un coste similar al actual? ¿no sería más barato para el contribuyente (menos coste de despidos), menos traumático socialmente, y se podría explicar mejor, el implementar este modelo con el personal actual?. Eso no implicaría que no se tuviera que disminuir plantilla; está sobredimensionada. Pero no es lo mismo desprenderse estrictamente de la gente que no haga falta, que realizar una limpieza, borrón y cuenta nueva. Llegados a este extremo, acordémonos de las etapas anteriores de cambio de gobierno (entre partidos o entre familias de un mismo partido); todas supusieron una entrada de personas afines a los nuevos gobernantes. En estos momentos hay un nuevo President, con posibles disputas entre familias populares, y con seguras ganas de controlar este medio de comunicación con gente afín. ¿Qué mejor momento?.
4.- Un cambio del modelo directivo, primando la profesionalidad en vez de la afiliación política-personal. Está demostrado que la mayor parte de la culpa se debe a la ineficaz gestión llevada hasta el momento. Un cambio de modelo, sin un cambio de directivos, no llevará más que a lo que todos conocemos.

martes, 31 de enero de 2012

Canal 9 tiene 1800 trabajadores, muchos más que Antena 3, Tele5 y Cuatro juntas.


Canal 9 tiene 1800 trabajadores, muchos más que Antena 3, Tele5 y Cuatro juntas.

A fuerza de ser repetida por todos los medios de comunicación, esta afirmación se ha convertida en una verdad suprema, y uno de los principales argumentos esgrimidos para justificar recortes en esta televisión pero, ¿cuánto hay de cierto en esta manifestación?.

El origen de la afirmación se encuentra en un informe preparado por una conocida firma consultora, por encargo de UTECA (asociación de televisiones comerciales, compuesta por La Sexta, Tele5, Cuatro y Antena 3 básicamente). De esta parte del informe se han hecho eco absolutamente todos los medios de comunicación (prensa, radio y televisión), sin haberse contratado los números expuestos.

Conociendo como conozco el medio televisivo, y las motivaciones y tácticas utilizadas por Uteca y la mayoría de los medios (que se integran en alguno de los grupos mediáticos, o comparten intereses), me he propuesto analizar hasta cuanto se cumple este axioma, si es verdad, o es otra de las mentiras interesadas que se vierten y que a base de repetirse, se convierten en verdad suprema.

Ha sido relativamente fácil conseguir los datos de número de trabajadores en cada una de las cadenas implicadas. Basta acudir, en el caso de las televisiones comerciales privadas, a sus páginas web, apartados corporativos, para poder descargarse la memoria e informe de gestión del último ejercicio. En ellos se detalla, por obligación legal o por costumbre, la composición de las plantillas. En el caso de Canal 9, en la web de la Sindicatura de Cuentas se puede obtener cierta información, y tampoco es difícil conseguir una copia de su auditoría externa. Se puede disponer de todos los datos necesarios para discutir la veracidad o no de la afirmación. A continuación presentamos las cifras extraídas de dichos informes.



T5
T5
GRUPO T5
GRUPO T5

MEDIA 2010
31/12/2010
MEDIA 2010
31/12/2010
Directivos
106
107
175
240
Técnicos
458
459
114
1081
Administrativos
121
122
782
204
Operarios/otros
19
19
33
56





TOTAL
704
707
1104
1581





A3
A3
GRUPO A3
GRUPO A3

MEDIA 2010
31/12/2010
MEDIA 2010
31/12/2010
Directivos
122
120
251
251
Técnicos
437
433
1215
1215
Administrativos
65
53
174
161
Operarios/otros
163
177
247
268





TOTAL
787
783
1887
1895





GRUPO RTVV
GRUPO RTVV
TVV
RAV
Ente Público
Ente P. + TVV

MEDIA 2010
31/12/2010
31/12/2010
31/12/2010
31/12/2010
31/12/2010
Directivos
33
33
16
5
12
28
Sin desglose
1707
1744
1297
172
275
1572







TOTAL
1740
1777
1313
177
287
1600



A la vista de estos datos, se ve claramente que en la afirmación “hay más trabajadores en Canal 9 que en Antena 3, Cuatro y Tele5 juntos” se han seleccionado las cifras del número de trabajadores de Tele5 a 31/12/2010 (707), y el número de trabajadores de Antena 3 el 31/12/2010 (783), comparándose con la cifra del número de trabajadores del Grupo RTVV a 31/12/2010 (1777). Las cifras son así de frías y exactas; 707+783 = 1490 será siempre menor que 1777, sin discusión alguna, pero ¿son comparables dichas cifras? ¿se han escogido, dentro de la gran cantidad de información existente, ,magnitudes homogéneas, o bien se ha seleccionado interesadamente unas cifras que indicaran lo que interesadamente se quería aseverar? ¿se ha mezclado el tocino con la velocidad?. Vamos a intentar responder a estas preguntas.

El negocio televisivo de Tele 5 está basado en la subcontratación de gran parte de los servicios, tareas y producciones; es menos intensivo por tanto en mano de obra (que no significa más económico, ya que lo que no se realiza internamente, se tiene que contratar fuera, y no siempre es más económico). No obstante, una parte de las tareas propias de una televisión, están realizadas por empresas del grupo, participadas en un 100% por la matriz Gestevisión Telecinco S.A. Así, por ejemplo, Atlas en la empresa del grupo que realiza todas las tareas de producción de informativos; Publiespaña es una empresa participada al 100% que comercializa la publicidad; Sociedad General de Tv Cuatro es la empresa del grupo que recoge la cadena Cuatro; el mismo análisis se puede hacer con el resto de empresas del grupo. Hay que concluir que, para sospesar correctamente el número de trabajadores que emplea Tele5 para poder llevar a cabo la emisión y explotación de las cadenas del grupo, incluida Cuatro, habrá que basarse en los trabajadores del Grupo Tele5. Si no lo hiciéramos así, no contemplaríamos labores tan importantes y tan intensivas en mano de obra como la producción de informativos, la comercialización, la multimedia y otras.

En cuanto a Antena 3, ocurre tres cuartos de lo mismo. El número de trabajadores englobados en la columna de A3 solo cubre parte de las tareas propias de la televisión, ya que este grupo también las tiene divididas por sociedades mercantiles. A3 Multimedia gestiona la página web; Atres Advertising la comercialización de espacios publicitarios; Antena 3 Films la producción de películas, etc. Tenemos que, para analizar y comparar datos homogéneos de volumen de trabajadores, en la explotación de una negocio televisivo completo, habrá que echar mano de los datos del Grupo A3.

Respecto al grupo RTVV, la actividad completa de televisión (producción y comercialización de tres cadenas de televisión, página web-multimedia, y servicios comunes) es desarrollada por Televisión Autonómica Valenciana, S.A. y por el Ente Público Radiotelevisión Valenciana. Excluimos por tanto los trabajadores de radio, ya que en los dos casos anteriores no se han contemplado (en el caso de tele5 porque el grupo no gestiona directamente emisoras de radio, y en el caso del grupo Antena 3 porque no se han tenido en cuenta los trabajadores de sus emisoras, Onda cero y Europa FM).

Pues bien, una vez seleccionadas las magnitudes a comparar, vemos que a 31/12/2010 (después de la integración de Cuatro y Tele5), en estas cadenas trabajaban 1581 personas. En Antena 3, eran 1895 las personas necesarias para desempañar todas las actividades propias de una televisión. En Televisión Valenciana, eran 1600 personas las que realizaban las tareas similares a los otros dos grupos televisivos. A la vista de los resultados, cabe afirmar que la afirmación de que en Televisión Valenciana trabajan más trabajadores que en Antena 3, Cuatro y Tele5 juntas es rotundamente falso. A la vista de las cifras se puede desprender que esta afirmación se basa en unos datos completamente manipulados, tomados para demostrar una idea preconcebida, con independencia de que las magnitudes puedan ser comparadas o no. En otras palabras más sencillas: Uteca comparó el número de trabajadores de Tele5 (solamente esta cadena, sin algunos servicios tales como producción de informativos, comercial, multimedia, etc.), más los trabajadores de Antena 3 (solo esta cadena, y también como el anterior caso, sin tener en cuenta muchos de los servicios englobados en otras sociedades mercantiles) con la totalidad de los trabajadores de un grupo, que cubren todos los servicios en varias entidades mercantiles, incluyendo radio. Eso es tergiversar.

Estas conclusiones no implican que Canal 9 sea una cadena excelentemente gestionada, y que no sobre gente. Esto puede ser motivo de otro debate.