Este martes el Molt Honorable
President de la Generalitat
Valenciana, anunció el cierre de la Radiotelevisión
Valenciana, argumentando como única razón el costo económico
que supondría mantenerla, debido al incremento de gasto que supondría la
readmisión de 1000 trabajadores despedidos ilegalmente. Desde entonces se ha
negado reiteradamente a cualquier negociación para buscar alternativas al
cierre, haciendo caso omiso a todas las demandas de búsquedas de solución realizadas
por los propios trabajadores, por todos los partidos de la oposición y por la
sociedad civil.
Esta actitud “tan democrática” no
hace más que confirmar mis sospechas desde hace mucho tiempo, de que hay un
plan preconcebido para “cargarse” todo el sistema de televisiones públicas. El
cierre de RTVV se excusa en falta de presupuesto para atender la nueva
situación provocada, según Alberto Fabra y todos sus seguidores, por los
sindicatos y el TSJCV. Pero es curioso que el día inmediatamente después del
anuncio, saliera publicado en el diario oficial de la Generalitat
Valenciana una adjudicación presupuestaria de 25 millones de
euros para el aeropuerto sin aviones de Castellón. ¿Hay dinero para esta
inversión pero no lo hay para mantener un único servicio público vertebrador de
la Comunidad Valenciana,
de defensa de nuestra idiosincrasia y nuestro idioma?. ¿O hay otras razones
ocultas detrás del cierre de RTVV?.
Mi experiencia en el mundo de los
medios de comunicación me hace decantarme por la creencia de que, detrás del
cierre de RTVV, hay toda una serie de intereses ocultos, tanto políticos como
económicos, que lógicamente no se van a argumentar como causas de fondo del
cierre, pero que son los que han influido de una forma directa en los
dirigentes políticos para llevar a cabo la medida. Esto no implica que la
decisión del cierre se haya planificado minuciosamente, todo lo contrario; creo
que se ha realizado de una forma chapucera y sin hoja de ruta. Pero esto no excluye
el trasfondo oculto de la decisión.
En las siguientes líneas
argumentaré todas las razones que me conducen a la conclusión de las razones
ocultas, principalmente de índole de intereses económicos particulares, para el
cierre de RTVV. Mi experiencia en la vertiente económica de los medios de
comunicación es de casi 18 años; en ellos he realizado tareas de análisis de
mercados publicitarios dentro del Departamento comercial y marketing de RTVV, y
mi trabajo casi cotidiano consiste, entre otros, en estudiar la evolución de
los diferentes medios para poder implementar la mejor política comercial en la
empresa. De todo el trabajo de estos años, de su análisis y abstracción puedo
concluir que los verdaderos motivos que están detrás del cierre de RTVV, son
intereses económicos de grandes grupos de comunicación. Junto a estos, existen
otros del tipo políticos-ideológicos, que también se apoyarán en intereses
particulares económicos para no tener la contestación mediática adecuada.
Desde hace al menos cinco o seis
años, existe una fuerte corriente de presión de los grandes grupos de
comunicación privados, en contra de los medios públicos. La argumentación que
usan para denostarlos son los motivos presupuestarios. Ninguno es rentable;
todos deben de sobrevivir con aportaciones de los diferentes gobiernos, por lo
que todos nos cuestan dinero a los ciudadanos, y todos deben de cerrarse. Esta
argumentación no soporta una análisis serio: no hay ningún medio público en el
mundo que sea rentable de por si, ya que por definición, los medios públicos deben
cubrir aquello que los medios privados no pueden cubrir, por su falta de
rentabilidad. Si un acontecimiento cubierto por medios públicos, pasara a ser
rentable, tengan por seguro que antes o después, serie cubierto por medios
privados. Y a la historia me remito: el fútbol, siempre cubierto por
televisiones públicas, ha sido capturado por las televisiones privadas, ya que
es un producto televisivo que se puede rentabilizar fácilmente. Pero por
ejemplo, ninguna televisión privada se va a plantear cubrir unas
retransmisiones tipo fallas, con las mascletás, ofrena y cremá, ya que es
imposible rentabilizar comercialmente estos productos televisivos por su coste
de producción; ahí el servicio de interés público que ofrecen los medios
públicos.
Si comparamos el coste económico
de las televisiones públicas españolas (tanto TVE como las autonómicas), medido
en término de coste per cápita, con el resto de sistemas de televisión pública
europeas, veríamos que el modelo español no es, ni de lejos, el más caro; antes
bien, su coste es relativamente económico, y más teniendo en cuenta, la
diversidad de lenguas propias del estado español, que encarece en mucho los
costes del sistema.
Llegados aquí, ¿cual es entonces
el objetivo último de la campaña orquestada por los medios de comunicación
privados contra los medios públicos?. La respuesta es clara: la tarta
publicitaria de millones de euros que existe en el mercado. El mercado
publicitario se mueve por presupuestos; las empresas anunciantes tienen cada
año un presupuesto destinado a publicidad; la suma de los presupuestos de todas
las empresas componen el montante total de inversión del mercado publicitario.
Esos millones de inversión publicitaria se los disputan los diferentes medios
de comunicación que coexisten en el mercado. Cuando menos medios existan, a más
tocarán cada uno, esto es, más porción de la tarta obtendrán. Y estamos
hablando de muchos miles de millones en juego. Estos son los números de la
tarta a repartirse, según Infoadex, el analista de mercado publicitario más
solvente en España. Datos en millones de euros.
año
|
2012
|
2011
|
2010
|
2009
|
2008
|
2007
|
Televisión
|
1815
|
2237
|
2472
|
2378
|
3082
|
3469
|
Total Convencional
|
4630
|
5497
|
5859
|
5631
|
7103
|
7985
|
Estamos hablando de volumen de
inversión importantísimos; la crisis económica ha provocado una disminución
importante del mercado, por lo que para los medios privados, es fundamental que
se disminuya la competencia para poder optar a mayor parte del pastel
menguante.
¿Y cual ha sido la estrategia
seguido por estos medios privados?. La respuesta es clara: una campaña de acoso
y derribo a los medios públicos, para que estos desaparezcan, y sean menos a
repartir. Ya desde mis análisis allá por el año 2007, detectaba en la política
de comunicación de las grandes televisiones privadas, un ataca sin cuartel a
las televisiones públicas, en pos de poder captar su parte del pastel
publicitario. El ataque era doble: por un lado, contra la publicidad que
captaba RTVE (por aquel año, estaba en cerca de 800 millones de euros. La
argumentación era que generaba una competencia desleal. La segunda línea de
ataque era contra las televisiones autonómicas. En aquel año, el volumen de
inversión publicitaria captado por las cadenas autonómicas superaba los 350
millones de euros, lo que también significaba un bocado apetecible para las
televisiones privadas nacionales, y para su lobby de presión, UTECA. El
argumentarlo utilizado contra las cadenas autonómicas no era el de competencia
desleal; contra estas utilizaban argumentaciones más duras. Contra ellas ya
utilizaban argumentos de coste desproporcionado y ineficacia. No buscaban solo
quedarse con su parte del pastel, como con RTVE, sino la línea argumental
seguida pretendía su cierre y desaparición (sabían que hacer que renunciaran a
la venta de publicidad era mucho más difícil conseguirlo que con el caso de
RTVE).
A partir de aquí, toda una serie
de noticias e informes interesados fueron apareciendo en todos los medios de
comunicación privados en contra de las cadenas autonómicas, buscando que calara
la idea de ineficacia e insostenibilidad. No solamente fueron las televisiones
privadas las que comenzaron la guerra informativa contra las cadenas
autonómicas; también radio y prensa entro en esa guerra comunicativa anti
cadenas autonómicas, pero no debemos de olvidar que, en estos momentos,
solamente existen unos pocos grupos de comunicación privados, que tienen
cadenas de radio, televisión y prensa, y todos con los mismos intereses
económicos.
El más célebre, falso y ruin
argumentario que se presento contra las televisiones autonómicas es el
famoso”CANAL 9, TIENE 1800 TRABAJADORES, MÁS QUE ANTENA3 Y TELECINCO JUNTAS”.
Dicha cantinela viene de un informe de una famosa consultora, encargada por
UTECA (unión de televisiones privadas), con el propósito de atacar a las
cadenas autonómicas, y para dicho propósito, se utilizó una de las cadenas más
débiles y desprestigiadas, RTVV. Esta expresión, falsa en todos sus extremos, a
fuerza de ser repetida hasta la saciedad, se ha convertido en verdad. Con esto
se demuestra hasta que punto el poder de los grandes medios de comunicación
puede influir en la voluntad de las personas. Una expresión que hasta el
mismísimo presidente de la Generalitat ha utilizado para argumentar el cierre
de RTVV. Una expresión fácilmente desmontable y que animo a cuantos puedan leer
este escrito, entre ellos mis compañeros de cadena, demuestren su falsedad. En
este blog, en una entrada de mi amigo Javier, de mayo del 2012, ofrece datos
contrastados para desmentirla. Es muy fácil, basta consultar datos de memorias
oficiales que se pueden descargar de las páginas web de las cadenas, o de la
sindicatura de cuentas, para desmontar la falsedad de la afirmación. El fondo
del informe de UTECA no puede ser más burdo: compara los trabajadores de todo
el grupo RTVV (televisión, radio y su matriz, ente público), con los
trabajadores de las matrices Antena 3 S.A. y Telecinco S.A. Para poder hacer
una comparación homogénea, se debería haber tomados datos solamente de las
compañías matrices, o lo que es más exacto, comparar número de trabajadores de
la totalidad de grupos empresariales (tanto Mediaset, como A3media y el grupo
RTVV estaban compuesto por sociedades matrices junto con empresas participadas
en un 100% que desarrollaban parte de las actividades). Del mismo modo,
comparar grupos con emisoras de radio (RTVV) con grupos sin emisora de radio
(Mediaset-Telecinco), u obviando los datos de número de trabajadores en sus
emisoras de radio (A3media-Onda Cero) no es más que una burda manipulación intencionada
de las cifras. Así con los datos homogéneos y transparentes, a 31/12/2010, el
número de trabajadores de cada grupo sería el siguiente:
RTVV (con radio 9)
|
1777
|
RTVV (sin Radio 9)
|
1600
|
Mediaset-Telecinco
|
1581
|
Grupo Antena 3
|
1942
|
No deja de ser un número de
trabajadores muy alto en RTVV, pero todos sabemos como se ha inflado la
plantilla y por que, al margen de que no hay que olvidar que, para realizar una
televisión autonómica no se necesitan muchos menos trabajadores que para
producir una cadena nacional. Un informativo, una programa de entretenimiento,
un mantenimiento de instalaciones, un servicio informático, comercial, jurídico
o financiero requiere casi el mismo personal, esté dedicado a una cadena
nacional o a una cadena regional.
El hecho importante que quiero
resaltar es la manipulación interesada de todo este proceso, en busca de un fin
que no es otro más que el de hacer desaparecer unos competidores directos, para
obtener unos beneficios económicos.
La historia reciente indica que
con estas políticas de comunicación y presión, consiguieron en 2009 la
desaparición de la publicidad en RTVE, lo que supuso que los 500 millones de
euros previstos para dicha cadena estatal, se los repartieron entre las cadenas
privadas y otros medios (prensa, radio) nacionales (y una pequeña parte fue a
parar a las cadenas autonómicas). El resultado inmediato es que, en plena
crisis económica y publicitario, en el año 2010, las cadenas de televisión
nacionales y privadas obteneros unas cifras record de beneficios.
Una vez conseguido la parte del
pastel correspondiente anteriormente a RTVE, la hoja de ruta ha continuada,
centrando todos los focos en las televisiones autonómicos. Las presiones
respecto a estas no se han centrado en convertirlas en cadenas sin publicidad
como TVE (ya se encargaron los gobiernos autonómicos en negar dicha
posibilidad), sino en reducir su importancia comercial o, incluso, en intentar
su desaparición. Y en este escenario, RTVV es la primera en caer. Pero no va a
ser la única; las presiones de los medios privados, si consiguen el objetivo
con RTVV, se van a intensificar, ya que verán que si que pueden en esta línea
conseguir su pastel publicitario. Y en esta guerra, ninguna cadena autonómica
va a tener a ningún medio que la apoye. Todos los medios de comunicación, sin
excepción, son parte muy interesada, en obtener beneficios comerciales.
La segunda razón oculta para el
cierre de RTVV, es una razón puramente ideológica, política. El presidente
Alberto Fabra es uno de los cada vez más abundantes presidentes autonómicos que
no han sido elegidos en las urnas, sino que han accedido al poder por
dimisiones de anteriores presidentes electos. La falta de afirmación en este
sentido, más una falta de carisma y de liderazgo han provocado un puñetazo en
la mesa, para autoafirmarse y ganar puntos delante de la ideología imperante en
el poder, que sigue unas líneas claras recentralizadoras, amputando partes
importantes de autogobierno, y lo que es más importante, reduciendo los
servicios públicos prestados a los ciudadanos. La crisis es la escusa.
En este aspecto, es importante el
apoyo que va a tener tanto de los medios nacionales como de los locales. El
interés de los medios nacionales ya lo hemos explicado: económico y, en muchos
casos, ideológico. Pero es que los medios locales también van a sacar tajada de
la desaparición de RTVV. De hecho, ya la están sacando; este verano un contrato
publicitario los ha regado con dos millones de euros para tapar críticas y
aunar intereses. Esos dos millones de euros en campañas publicitarias de la Generalitat, van a
parar mayoritariamente a periódicos y emisoras de radio de la Comunidad Valenciana
(curiosamente, ningún euro estaba asignado al medio de comunicación comercial
más potente en la Comunidad,
RTVV). Pero es que, con la desaparición de Canal 9 y Radio 9, no van a
desaparecer, los 7 u 8 millones de euros que podía manejar en campañas
publicitarias a nivel de Comunidad Valenciana; antes bien, esos millones serán
acaparados por el resto de televisiones, radios y periódicos de la región.
¿Quién va a criticar esta decisión, si de ella se van a sacar pingües
beneficios?. Como muestra, una noticia aparecida hoy mismo en diferentes
medios: el valor de las cadenas de televisión autonómica privadas Televisión
del Mediterráneo (grupo COPE) y Las Provincias TV (grupo Vocento), aumentarán
de valor simplemente con la desaparición de RTVV. ¿Alguien se imagina a los
periódicos Las Provincias o ABC, o a la cadena COPE, criticar el cierre de
RTVV?.
No quiero acabar el análisis sin
hacer referencia a los costes indirectos que va a tener el cierre de RTVV. Ya
no solo se va a cargar a toda la industria audiovisual valenciana, sino que
otras industrias, como la publicitaria, turismo, mucha actividad relacionada
con las fiestas y deportes autóctonos, etc. va a sufrir con el cierre de la
radio y televisión autonómicas. Estamos hablando de millones de euros, muchos
más de lo que pudiera suponer el costo del mantenimiento de RTVV.
Por último, una anécdota que
visualicé este pasado viernes, al llegar del trabajo a las tres de la tarde.
Sabia que se había celebrado el sorteo de la copa del rey, y conecté la
televisión para enterarme de los resultados del sorteo (había acabado el
informativo de NOU, por lo que solo quedaba información en cadenas nacionales).
Antena 3 solo mencionó a un club valenciano de los 5 que habían entrado en el
sorteo: ¡¡¡el Olimpic de Xátiva, y porque le tocó en suerte el real Madrid!!!.
Esa es la televisión que nos espera a los valencianos. Una pancarta en la manifestación
contra el cierre de RTVV de ayer sábado describía muy gráficamente cual es el
sentimiento de muchos valencianos al respecto: QUIERO VER L´ORATGE, NO EL
TIEMPO.