jueves, 7 de febrero de 2013

ERE en Televisión Valenciana. Nos vemos el sábado a las 10 de la mañana.


Han pasado más de seis meses desde el último post que escribí sobre el ERE de RTVV. Meses en los que se ha cerrado la ¿negociación? entre empresa y sindicatos. Meses en la que se han dado las cifras generales del mismo, y las condiciones de los despidos. Pero sobre todo, han sido meses de angustia, de rumores con dimes y diretes, de opiniones, de protestas, de tensiones, pero sobre todo, de malvivir. No deseo ni al peor de mis enemigos, que pase por los momentos que hemos pasado los trabajadores de Televisión Valenciana.

El final de la negociación fue decepcionante, no por inesperada, sino por improductiva. La empresa, desde un primer momento, no estuvo muy por la labor de estirar los números (menos afectados y mejores condiciones de despido); pero es que, el comité de empresa, desde mi punto de vista, tampoco estuvo por la labor. Todos hemos visto que en RTVV sobra gente. Con crisis, sin crisis, con un modelo de televisión, o con otro; pero sobra gente. Y el no admitirlo creo que fue el primer error por parte de los representantes de los trabajadores. A partir de ahí, el desenlace fue fatal. 1200 trabajadores a la calle. Y en estos momentos. Demencial.

Hemos visto en situaciones semejantes posteriores, con ERES en otras empresas públicas, que se han llegado a acuerdos. Que se han salvado personas, que es al fin y al cabo, lo que importa. Aquí no. ¿De quién ha sido la culpa?. No lo se, pero a los hechos me remito. La Generalitat ha especificado unas condiciones en otras empresas públicas en las que, para trabajadores con oposiciones aprobadas, se les recolocaría en la medida de lo posible. RTVV ha sido la excepción. ¿Purga de brujas?. Que cada cuál piense lo que quiera; es libre.

Han abandonado la empresa muchos de los trabajadores de Radio 9; también muchos de los afectados en el Ente Público RTVV. Otros tienen fecha de caducidad. Y en unas horas, los que estamos adscritos a televisión, conoceremos nuestro destino inmediato. Un correo, fatídico o no, nos indicará nuestro futuro, el sábado nueve de febrero. A las 10:00 AM. ¿Os imagináis los momentos hasta ese instante?. Angustia, tensión, miedo, enfado, no se como describirlo. Solo se que van a ser unos de los dos días más largos de mi existencia.

¿Y el futuro de RTVV qué?. En estos momentos me importa un bledo. Creía (y seguramente seguiré creyendo) en una televisión y una radio, públicas, plurales, que informen desde la proximidad, en valenciano, con la calidad que permitan los exiguos presupuestos en tiempos de crisis. Pero hasta el sábado, tengo que hacer un paréntesis en mis creencias. Se que no es lo más apropiado, que una situación personal no debería anteponerse a unos principios y una profesionalidad. Pero la situación emocional en la que me encuentro, no me permite otra reacción.

El lunes será un día extraño. Habremos asumido todos el designio; tanto los que hayan sido afectados por el ERE como los pocos que se hayan salvado. Unos acudirán al trabajo. Otros no (los despidos inmediatos vendrán acompañados con un permiso hasta el día de la firma del finiquito). Si me sale cara, al Servef; a buscarse la vida; no es la primera vez que habré pasado por dicha situación. Por cierto, la demanda ya la tengo perfilada con mi abogado. Si sale cruz, a Burjassot. A realizar la labor diaria, pero con añoranza de los compañeros. Con rabia por lo que han hecho (por lo que hemos hecho) con esta empresa.

En estos momentos, las noticias importantes, las que ocupan las primeras páginas de los periódicos, las que todo el mundo comenta, se centra en casos de corrupción, en crisis política, en problemas en la economía, en los presupuestos europeos de los próximos años. Son temas trascendentales, que nos afectan a todos. Pero para mil y pico familias, pasan a un segundo plano. El TEMA en un @mail que llegará el sábado a las diez de la mañana, y que va a suponer un cambio radical en el futuro inmediato de más de 900 compañeros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario